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26.1.11

Los parados beben y consumen más drogas

Los parados fuman y beben más, toman más tranquilizantes y consumen más drogas ilegales, como el cannabis o la cocaína, que las personas con empleo.
Según un sondeo realizado a unas 15.000 personas entre los 16 y los 64 años, la diferencia más significativa se da en el consumo de cannabis, sustancia que han tomado el 22 por ciento de los hombres en paro en el último año, frente al 12 por ciento de los hombres con empleo.
Casi el 39 por ciento de los hombres parados y el 31 por ciento de las mujeres fuma tabaco a diario, frente al 34,7 por ciento de los hombres con trabajo y el 29,8 por ciento de las mujeres.
Asimismo, el 8,6 por ciento de las mujeres sin ocupación y el 7 por ciento de los hombres consumen tranquilizantes o pastillas para dormir, frente al 6,6 por ciento de las mujeres y el 3,3 por ciento de los hombres que conservan su puesto.
Además, entre los parados se han detectado más bebedores de alto riesgo, un 5,3 por ciento entre los hombres y un 2,9 por ciento entre las mujeres, porcentajes que entre la población con empleo bajan al 5 y al 2,2 por ciento, respectivamente.
El consumo de cocaína también es mayor entre los parados, un 7,8 por ciento entre los hombres parados frente al 4,4 por ciento de los empleados y un 2,1 entre las mujeres sin ocupación frente al 1,8 por ciento de consumidoras con trabajo.
El 2,4 por ciento de los hombres sin trabajo consume éxtasis, frente al 1,6 por ciento de los empleados, y el 2,3 por ciento anfetaminas, en contraste con el 1,1 por ciento detectado entre los hombres con trabajo. El consumo de alucinógenos entre los parados se dispara frente a los empleados, 2,3 frente a 0,7 por ciento.
Similar tendencia, aunque menos acentuada, se da en las mujeres desempleadas, de las que el 0,9 por ciento consume éxtasis, el 0,6 anfetaminas y el 0,5 alucinógenos, frente al 0,8, el 0,4, y el 0,3 de las empleadas, respectivamente.
Entre los hombres trabajadores, el sector con más bebedores de alto riesgo es el primario (agricultores, pescadores o ganaderos), con un 7,9 por ciento, seguido de la hostelería (7,8%) y la construcción (7,3%). Los sectores donde se detectan más mujeres bebedoras de riesgo son la hostelería (4,4%) y la industria (3,1%).
Donde hay más fumadores diarios es en la construcción (43,8% de los hombres y 40% de las mujeres) y la hostelería (42% hombres y 36,5% mujeres). Consumen más tranquilizantes las mujeres, sobre todo las que se dedican a la agricultura y ganadería (13%) y a administración, educación, sanidad y servicio social (7,6%).
El cannabis se consume, sobre todo, en la hostelería (18% hombres y 11% mujeres) y la construcción (18% hombres y 13% mujeres) y la cocaína, consumo sobre todo masculino, es también más elevado en estos dos sectores, con un 6,3 por ciento y un 6,9 por ciento de consumidores, respectivamente.
El éxtasis también lo consumen sobre todo los hombres, en particular en el sector de los transportes, almacenamientos y comunicaciones (2,6%), donde también se encuentran la mayoría de hombres consumidores de anfetaminas (2,2%). Por su parte, los alucinógenos se vuelven a concentrar en hombres de la hostelería (1,3%).
Por categorías profesionales, hay más bebedores de riesgo entre los directivos (6,7%), mientras que las mujeres directivas (7%) consumen más tranquilizantes.
Los trabajadores manuales no cualificados son los que más fuman a diario (41%) y los que más consumen cannabis (16%), cocaína (5,4%), anfetaminas (1,7%) y alucinógenos (1,2%). El éxtasis lo consumen más hombres administrativos (2,3%).

19.1.11

Oler el dinero

Según un reciente estudio nipón, el olor del dinero provoca que los empleados sean más eficientes y motiva, por lo tanto, que estos tengan éxito en el trabajo. Lo que para muchos puede parecer ridículo, para otros, como es el caso de Patrick McCarthy, ha servido de inspiración. Así, este fabricante de perfumes acaba de hacer realidad el sueño de los más materialistas: oler a dinero en efectivo.
Un nuevo perfume con aroma a cash se encuentra actualmente a la venta bajo el sugerente nombre de Money (His o Her, según sea para él o para ella) por el módico precio de treinta euros. Su envase tampoco dejará a nadie indiferente ya que el frasco de colonia viene empaquetado sobre una cama de billetes triturados de un dólar.
Según McCarthy, el secreto para capturar el dulce olor del dinero, está en una mezcla de fragancias compuesta por pomelo rosa, mandarina, fruta de la pasión, fresa, flor de boda hawaiana y melón, que armonizan a la perfección y dan lugar a este peculiar aroma. Su ‘dinero’ es pues una fusión de la brisa fresca del mar, con brillantes notas cítricas unidas por el romero y el aroma de la hierba y la madera más noble. Dinero líquido al instante (aquí lo encontrarás).

12.1.11

Los efectos psicológicos de perder el empleo

Se tiende siempre a calcular el impacto económico de la pérdida de un empleo. ¿Pero qué pasa con nuestra salud mental cuando lo perdemos?
Tener un empleo es una expectativa social y cultural desde la infancia, reforzada a través de los años en la escuela, la familia... Lo más usual al perder el trabajo es experimentar una sensación de derrota y fracaso.
Uno de los impactos psicológicos de la pérdida de un empleo es el llamado 'síndrome de la invisibilidad', por el que la persona siente que no le ven, que no forma parte del mundo. Esto se puede agravar si la persona no pide ayuda por vergüenza o por orgullo. Además, los efectos psicológicos de no tener trabajo son distintos entre los individuos jóvenes y los mayores.
En los jóvenes, prolongar la dependecia de los padres tiene consecuencias adversas, como un aumento de la agresividad del sujeto, un incremento de la pasividad, la depresión, la reducción de la capacidad para relacionarse con personas o la búsqueda de otras vías de socialización, incluso la delincuencia. Por otra parte, en el grupo de los más jóvenes, repetidos fracasos en la búsqueda de trabajo suelen acabar en apatía, vergüenza ante los más próximos, resignación o sentimiento de culpabilidad. Esta apatía suele traducirse en largas temporadas en casa, viendo la televisión o escuchando música.
En el caso de personas con más edad existen varias fases: shock (sorpresa, desorientación y miedo), creencia de que se trata de un periodo de vacaciones, hiperactividad en el hogar, ansiedad, irritabilidad y hasta trastornos psicofisiológicos. Y es que los mayores, como los más jóvenes, también aceptan su condición de desempleados, pero como un fracaso personal y social. Esto desemboca en prolongadas temporadas en casa, durmiendo más horas de lo debido y sintiendo una gran sensación de vacío.
Existen otros factores que pueden influir sobre las personas sin empleo, como la salud que tenga y el estilo de vida que lleve, que en algunos casos podría derivar en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. De todas formas, recalcar la importancia de no transmitir lástima ni ser caritativo con el desempleado. De esta forma no se sentirá tan mal.
El desempleado debe percibir un mensaje con el que entienda que se trata de una situación transitoria hacia otro trabajo. Y se le ha de forzar a mantener una actitud combativa, comprometida y controlada (control de la situación).

10.1.11

La inseguridad económica aumenta la posibilidad de desarrollar obesidad

Una investigación ha analizado once países ricos con diferentes sistemas económicos. Los resultados indican que en los países en los que impera los regímenes económicos de libre mercado, con economías muy competitivas y ausencia o menos presencia del estado de bienestar, los índices de obesidad se triplican. El estrés causado por la inseguridad económica incrementa las posibilidades de desarrollar obesidad. Y es que el estrés de vivir en un sistema social competitivo sin un estado de bienestar poderoso hace que las personas coman más.
El estudio ha comparado cuatro países con sistemas de mercado liberales -Reino Unido, Australia, Canadá y Estados Unidos- con siete naciones de Europa que, tradicionalmente cuentan con mayor protección social: Finlandia, Francia, Alemania, Italia, Noruega, Suecia y España. Los resultados indican que los estadounidenses y los británicos son mucho más propensos a desarrollar obesidad que los noruegos y los suecos.
Las políticas para reducir los niveles de obesidad tienden a focalizarse en alentar a las personas a cuidarse a sí mismas, pero este estudio sugiere que la obesidad tiene causas sociales más complejas.
Para descartar otros factores, el equipo de investigadores ha tomado en cuenta la disponibilidad de alimentos de alto contenido calórico, así como las cadenas de comida rápida y supermercados.
En este sentido, los investigadores han medido el impacto de la comida rápida usando el índice de precio creado por The Economist, que muestra las variaciones internacionales en el coste de la hamburguesa 'Big Mac' de McDonalds. Sus conclusiones indican que "la disponibilidad de comida rápida tiene la mitad de efecto que la inseguridad económica sobre la prevalencia de la obesidad. La influencia más poderosa sobre los niveles de obesidad es la inseguridad".

4.1.11

Casinos, todo preparado para hacernos perder

Los casinos son, psicológicamente, un auténtico campo de minas. Su diseño arquitectónico, así como todo su contenido, tiene una función metódica concebida únicamente para que el jugador gaste adentro todo su dinero. Algunas tácticas utilizadas son bastante evidentes pero otras son engañosas y sutiles. No obstante, todas ellas juegan un papel importante en la psiquis de los jugadores que les hacen sentirse cómodos, queridos, y sobre todo, optimistas. Estos son diez de los muchos métodos utilizados para extender la permanencia de los jugadores en los casinos.
-¿Qué hora es? Igual a muchos les sorprende pero hay bastante gente que no usa reloj. Los casinos lo saben y no van a ayudar a su clientela a mantenerse al tanto de la hora. Es un hecho que cuando alguien está involucrado en una actividad durante cierto tiempo aparentemente deriva en un ritmo más rápido para ellos, y rara vez se ven a las personas más concentradas que en un casino. Ya sea en una máquina tragamonedas, juegos de mesa, o en el póquer, la mayoría se encuentran en un estado de trance mientras persiguen sus sueños. Sin relojes que adornen las paredes del casino, no es difícil simplemente dejar que el tiempo pase sin percatarse del mundo que le rodea. En algunos países, como Gran Bretaña, ya se aprobaron leyes que declaran que los jugadores deben ser conscientes de cuánto tiempo han pasado jugando, y el casino debe fomentar el que su clientela tome descansos durante el juego.
-Fuera ventanas. En un casino puede que haya ventanas cerca de la entrada o de la salida, pero una vez dentro del vientre de la bestia, difícilmente nos toparemos con alguna. Esta táctica va cogida de la mano de la anterior. Cuando las personas ingresan en el recinto de juego, el casino no quiere que éstas tengan la menor idea de lo que está ocurriendo en el mundo exterior. Si ven que afuera está oscureciendo, o perciben la luz del amanecer, su reloj interno entrará en juego y dirá que es hora de seguir adelante y hacer algo más, como irse a dormir. Y eso no es de recibo. Por eso, no quieren que se vea algo ni remotamente interesante sucediendo fuera. Y es que hay muchos estímulos visuales en el exterior, por ello el casino hará todo lo posible para que el mundo exterior simplemente no exista.
-Luces, sonidos y actividad. Un casino es un compendio de estimulación maravilloso y fascinante: el sonido de campanas, sirenas, luces parpadeantes... el sonido de las monedas al caer de las máquinas, pitidos, sonidos digitales... todo es fascinante. ¿Por qué? Porque es la comunicación no verbal gritando a los cuatro vientos: "¡Ganar! ¡Ganar! ¡Ganar!". Da la impresión de que todo el mundo está ganando cuando, en realidad, la amplísima mayoría está perdiendo. Sin embargo, aun cuando estas personas están perdiendo, cualquiera que sea la máquina en la que esté jugando producirá un estruendo festivo, sonidos eufóricos... lo que provocará que la gente quiera entrar en acción y ser también partícipe de la victoria. "Es un lugar feliz, ¡cómo puedo perder?" Además, todo está pulido, bruñido y brillante cono un imán hipnótico que nos seduce. No importa si se es un apostador grande o pequeño, todos se sienten atraídos por esta ostentación de exceso y extravagancia.
-Ambiente. La iluminación en un casino es baja y suave para dar una agradable y acogedora sensación, un poco como estar sentado en el sofá del salón de casa. ¿Y quién quiere levantarse de su cómodo sofá? Condiciones difíciles de iluminación pueden ser contraproducentes para los ojos, pero un nivel más moderado invita a los jugadores a instalarse, relajarse, y disfrutar mientras se siente acogedoramente seguro y cómodo. Además, las alfombras en los casinos no son escogidas al azar. Muchos podrán creer que los patrones y los diseños de estas alfombras son francamente de muy mal gusto, con remolinos de colores, líneas y salpicaduras. Sin embargo, para el cerebro humano son fascinantes, acogedoras y agradables a la vista. Además, el color de las paredes es a menudo rojo, ya que los estudios sugieren que evoca a un ambiente seguro, sintiéndose uno más cómodo. Y, como en los centros comerciales y tiendas, la música en los casinos es siempre suave, tranquilizando al jugador y manteniéndolo en un estado de trance.
-Ubicación de los servicios. Si deseamos utilizar el baño, ir a comer algo, o cobrar las fichas, deberemos buscar en lo más profundo de las entrañas del casino. A menudo, estos servicios están ubicados tan lejos como sea posible. Este será un último esfuerzo del local para mantenernos en su interior ya que de nuevo tendremos que caminar por todo el lugar y pasar por todas las tentadoras máquinas y juegos otra vez. Quizá acabamos de cobrar nuestras ganancias y tal vez pensemos que podríamos probar suerte por vez última antes de marchar. Es el mismo principio que usan las tiendas con la esperanza de conseguir que el cliente tenga un último impulso de comprar durante ese largo camino hacia la salida. Un concepto más amplio en los hoteles es que el casino está ubicado muy en el interior del edificio. Tomar las diferentes escaleras, pasillos, etc. es la única manera de ir y venir desde y hacia él y es una manera de mantenernos en la propiedad.
-Cerca de ganar. Junto al hecho de ganar, nada nos hará sentir más adrenalina que el hecho de casi-ganar y esa sensación de que por poco no nos quedamos con el dinero del casino. Pero si los casinos dieran dinero a casi todos los que ganan (porque en la suma final realmente pierden), se les acabaría el chollo antes de un día. Cada juego, ya sea en una mesa o en una máquina, está diseñado para pagar pequeñas ganancias en un corto plazo, pero casi con total seguridad tomarán más de nuestro dinero a largo plazo. Las máquinas tragamonedas constantemente hacen pagos pequeños, mientras que frecuentemente te dejan a una cereza o una estrella del gran premio. "Esto está al caer. Seguro que la siguiente es la buena". Otros juegos dan al jugador una sensación de "control" como los dados, en el que el jugador piensa que tiene una influencia directa sobre el resultado, al fin y al cabo él lanza los dados o escoge sus propios números. Esta es otra maniobra que da a la persona una sensación falsa de que puede vencer a un juego y por lo tanto hará que juegue por más tiempo. Básicamente, los jugadores sobreestiman sus posibilidades y probabilidades de ganar. El estar cerca de la victoria es lo que esencialmente mantiene a los casinos en el negocio, dar a los jugadores el gusto de casi siempre ganar, es garantía de que éste les visitará de nuevo con pasta renovada.
-Regalos. Los servicios gratuitos o reducidos son otro elemento vital del casino. Los jugadores con frecuencia reciben cupones para comidas gratis, el buffet, espectáculos, etc, o también tarjetas que les permiten ganar premios de terceros con el fin de conseguir que sigan regresando. Les hacen sentirse importantes, incluso si estos no apuestan sumas importantes de dinero. Incluso si pierden, se sienten como si hubieran ganado algo y tienen más probabilidades de regresar. Son importantes para los casinos, porque la gran parte del dinero proviene de estos pequeños jugadores, por lo que en el negocio son mejor vistos que los que apuestan grandes sumas. ¿Acaso son simplemente buenos anfitriones con sus usuarios? En realidad no, todo está calculado para mantenerlos allí y que jueguen más y más. Es algo así como convencer a un niño de portarse bien a cambio de un juguete barato.
-Alcohol. Esto podría haber ido en la categoría de regalos, pero merece ser tratado de forma independiente. Es tan obvio y transparente, un truco como los regalos promocionales, pero que puede llegar a ser mucho más poderoso. Bebidas trabajando a favor del casino. En primer lugar, a menudo son gratis. A menos que se sea un abstemio, ¿quién no ama las bebidas gratis? Camareras paseándose por el casino, las bandejas llenas de bebidas variopintas en todo momento. No es un secreto el porqué mantener al jugador satisfecho y con el sentimiento alegre. El alcohol hará que incluso los jugadores inteligentes se descuiden. Si se es un jugador que usa la estrategia en el blackjack, por ejemplo, el alcohol ralentizará nuestro cerebro y por lo tanto mermará nuestra capacidad para tomar las decisiones adecuadas. Los jugadores también se volverán más liberales con su dinero, perdiendo el cuidado y la conciencia de que se acaba rápidamente.
-El trato a los grandes ganadores. Aunque los pequeños apostadores son importantes, seguramente los casinos querrán mantener también a los grandes. Los que tuvieron la suerte de ganar importantes sumas serán tratados como verdaderos reyes. Básicamente estos jugadores reciben ofertas a las que no pueden negarse, desde suites gratis a tratamientos extravagantes. Cuanto más tiempo un gran ganador permanezca en el interior del casino/hotel, inevitablemente gastará más dinero. El casino no pierde gran cosa regalando una suite o habitación libre, pues manteniendo a la persona ganadora en el lugar, tiene muchas probabilidades de que su dinero retorne. Los jugadores sienten que son tratados como reyes porque son importantes, pero (¡pobres ilusos!) es su dinero el que es importante. Además de mantener el dinero allí, los casinos también están ganando publicidad gratuita y de comercialización, cuando otros grandes jugadores se enteren de cómo van a ser tratados en ese establecimiento en particular, irán. Complacer a los grandes ganadores es tan crucial para los casinos que una gran parte de los recursos de servicios VIP y limusinas, se dedican a ellos.
-Diseño laberíntico. Los casinos son esencialmente gigantes laberintos que son intencionalmente creados para que, literalmente, nos perdamos. Perdidos en un mar de máquinas y mesas, crean obstáculos y barreras constantes que impiden que el jugador salga de ella. No existe ninguna disposición lógica, un banco de máquinas tragamonedas puede estar en un solo lugar, a continuación, otro banco de las mismas máquinas estará a doscientos metros de distancia. La confusión es el resultado final. Sabíamos que la salida estaba cerca de las máquinas de video-póquer, pero ¿qué conjunto de máquinas de video-póquer? Rincones en los que abundan los giros y vueltas. Esto causa en el común de los mortales un error mental cuando creen que si se dirigen por un camino determinado, podrán fácilmente dar la vuelta y salir de la misma manera. Sin embargo, el camino no es familiar porque visualmente es completamente diferente. Las máquinas altas, que constituyen la mayor parte del esquema de la planta, también impiden que la gente pueda ver y es lo que más les desorienta.