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17.4.12

En Italia los parados optan por el suicidio

En Italia, donde la tasa de desocupación es del 9,2 por ciento, se suicida cada día un parado a causa de la crisis económica. Un parado que se quema a lo bonzo, otro que se pega un tiro, un desempleado que se cuelga de una viga... Solamente en 2010 se quitaron la vida en Italia 362 desempleados y ya el año anterior fueron 357 los parados que recurrieron al suicidio. Se trata de un fortísimo incremento respecto a las cifras de los tres años precedentes, cuando de media los desocupados que optaban por suicidarse eran 270 al año.

En total, entre 2008 y 2010 los suicidios entre los desempleados aumentaron en Italia un 39,2 por ciento. Y la cifra todavía fue más elevada si se pone la lupa sobre aquellas personas que tenían un trabajo y lo perdieron: en ese colectivo los suicidios crecieron un 44,7 por ciento.

El colectivo con más riesgo de acabar tirándose bajo las ruedas de un tren o colgándose con una soga al cuello son aquellos trabajadores que han abandonado el mercado de trabajo italiano a través de canales de protección social (jubilaciones anticipadas, en la mayoría de los casos) y que con la actual reforma del sistema de las pensiones llevada a cabo por el Gobierno Monti se descubren sin empleo y sin derecho a jubilación. Según el Gobierno, ese colectivo asciende a 65.000 personas, pero los sindicatos los cifran en al menos 130.000 y advierten que podrían ascender hasta 300.000. Los suicidios en este grupo tan particular aumentaron un 12,6 por ciento en 2010.

Otro grupo que se está viendo especialmente golpeado por la crisis, hasta el punto de quitarse algunos de sus miembros la vida, es el de los artesanos, comerciantes, empresarios y profesionales por cuenta propia. Según datos oficiales, en 2010 fueron 336 los desesperados que optaron por el suicidio, frente a los 343 del año anterior. Se trata de un colectivo con riesgo muy alto de suicidio, en particular en el caso de los artesanos y los comerciantes (192 víctimas), pero también entre los empresarios y los profesionales por cuenta propia (144 muertos).

12.4.12

Trabajos con futuro, mañana

La preocupación por contar con un buen trabajo es una cuestión de actualidad constante y no sólo frecuente en las actuales circunstancias de paro elevado y crisis. Desde el momento en que terminamos el colegio y se inician los estudios universitarios o la incorporación a la vida laboral, se desea conocer qué trabajos tendrán más demanda para ver cuando menos en qué posición nos encontramos y si es posible encauzar nuestra vida hacia esos derroteros.

En las próximas dos décadas, la sociedad y el mercado laboral estarán determinados, en gran medida, por todo aquello relacionado con el cambio climático y el desarrollo científico y tecnológico. Diversos estudios así como opiniones expresadas por distintos expertos en economía y mercado de trabajo, estiman que se desarrollarán profesiones desconocidas hasta la fecha, como policías del clima, cirujanos de aumento de memoria, granjeros verticales (expertos en cultivos en edificios de altura) o arquitectos especializados en domótica. Todas las profesiones que, en una sociedad más compleja, contribuyan a hacer la vida más fácil tienen, pues, un prometedor futuro. Así, algunas de las profesiones con más perspectiva de éxito son:

Estudios ligados a la domótica. El negocio de la domótica no se limitará a regular el ahorro energético o permitir manejar los electrodomésticos a distancia. También será capaz de interpretar cómo se encuentra el usuario en cada momento: las bombillas y lámparas se autorregularán en función de los estados de ánimo, las paredes podrán cambiar de color para proporcionar comodidad si se ha tenido un mal día e, incluso, algunos muebles se transformarán para dar un masaje. Los expertos en estas materias ocuparán un lugar destacado en el ranking de las profesiones de más éxito.

Farmagranjeros. Serán granjeros de especies transgénicas, especializados en el desarrollo y producción de animales que se han modificado genéticamente para aumentar la cantidad de alimento con proteínas beneficiosas para la salud. Deberán tener conocimientos farmacéuticos que permitan modificar las plantas, de forma que los cultivos puedan producir un volumen mayor de alimentos con mayores cantidades terapéuticas y proteínicas.

Ingenieros de vehículos alternativos. En el futuro puede haber vehículos diferentes a los convencionales, como autos que vuelen o que viajen por debajo del agua. Serán necesarios profesionales formados en distintos ámbitos de la ingeniería para construirlos, diseñarlos y mantenerlos, así como para generar combustibles alternativos.

Nanomédicos. Los avances en nanotecnología y el desarrollo de dispositivos de escala molecular aplicados a los tratamientos médicos traerán consigo la formación de especialistas en nanomedicina para administrar estos tratamientos. Será una medicina más personalizada y los fármacos se administrarán en el lugar donde se desarrolla la enfermedad. Se necesitarán personas con formación en biomedicina, biotecnología, física o robótica que sean capaces de administrar los tratamientos en el nivel subatómico de la "nanoescala".