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26.9.06

Se fuga el autor de un millonario fraude en redes VoIP

Las autoridades federales norteamericanas, informan de la fuga de un hombre que ha sido acusado de delitos de fraude por el robo de servicios de VoIP (transmisión de voz a través de redes IP), los que vendía a través de su propia compañía.
Se trata de Edwin Pena, de 23 años de edad y residente en Miami, quien fue arrestado en el mes de junio bajo el cargo de actuar como supuesto mayorista de servicios telefónicos basados en Internet, cuando en realidad estaba realizando un sofisticado fraude.
Los investigadores dijeron que él y un cómplice se introdujeron en la red de un proveedor legítimo de servicios VoIP, basado en New Jersey, para encaminar las llamadas de sus clientes a través del mismo.
Pena supuestamente robó y luego vendió más de diez millones de minutos de servicios con grandes tasas de descuento, obteniendo más de un millón de dólares netos de ganancia.
Hace poco más de un mes, Pena violó las condiciones de su libertad bajo palabra. El FBI obtuvo una orden de captura y los investigadores lo han estado buscando desde entonces.
Después de su arresto inicial, él había sido puesto bajo supervisión antes de ir a juicio. Fijada su fianza en cien mil dólares, sólo podía trasladarse dentro de los distritos de Florida y de New Jersey.
El asistente de la fiscalía Erez Liebermann determinó que Pena era considerado un fugitivo. "Nosotros estamos conduciendo la investigación," ha dicho. El gobierno había estado esperando que Pena confesara, antes de ser llevado a juicio.
La madre de la novia de Pena puso dos de sus propiedades para satisfacer la fianza. De acuerdo con una fuente cercana al caso, tanto su novia como la madre de ésta permanecen en Florida.
"Si ellos pueden hacer esto desde cualquier lugar del mundo, no hay razón para quedarse", dice Liebermann. "Cuando usted está en línea, accede al mismo mundo virtual sentado en una playa en las Islas Gran Caimán, como desde su escritorio en Newark."
Un presunto participante en el fraude, Robert Moore, ha sido acusado de complicidad para cometer fraude con computadora. Moore, que reside en Washington, no se ha fugado.
"Pena sería el cerebro del plan, mientras Moore actuaba como hacker", dice Liebermann.
Él señala que más de quince proveedores de servicios de VoIP fueron defraudados como parte del ardid, agregando que otras compañías de telecomunicaciones alrededor del mundo también fueron registradas. Liebermann dice que la pareja delictiva exploró mas de seis millones de computadoras entre junio y octubre de 2005. "Éste no es un caso corriente. Se trata de un sofisticado crimen," ha dicho Liebermann.
"Ellos estuvieron monitoreando a intermediarios confiados. En forma subrepticia ingresaron a las computadoras de compañías de telecomunicaciones VoIP, intentando al mismo tiempo mantener ocultas sus identidades. Los dos querían que los auténticos proveedores de servicios pensaran que el tráfico estaba viniendo de cualquier otra parte. Ambos fueron detrás de cualquiera que tuviera una red de trabajo lo suficientemente grande para enviar a través de ellas tráfico de pequeñas compañías o universidades. En el momento que descubrían un punto vulnerable, ellos lo usaban para enviar tráfico.
"Liebermann dice que las compañías de telecomunicaciones identificadas como víctimas perdieron hasta trescientos mil dólares cada una. "Estamos hablando de cerca de quince proveedores." agrega, "aún hablando de cien mil dólares cada uno, es una gran cantidad."
Pena gastó parte de lo obtenido en bienes raíces, un yate de lujo de casi doce metros, dos automóviles BMW, y un Cadillac Escalade SUV, de acuerdo a los fiscales acusadores.
El 7 de junio, agentes especiales del FBI ejecutaron nueve órdenes de registro en Florida, New Jersey, Washington, Illinois, Texas y California. Después del arresto de Pena, los agentes ejecutaron una orden de secuestro para un automóvil BMW M3, que supuestamente fue adquirido con las ganancias del fraude.
Pena afronta cinco años de prisión federal por el cargo de fraude con computadora, y hasta 30 años si es condenado por fraude telefónico. También puede ser condenado a pagar un millón y cuarto de dólares en multas. Moore se enfrenta a una condena de cinco años y una multa de doscientos cincuenta mil dólares por el cargo de conspiración.