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15.1.07

EE.UU. planta cara a la crisis de la industria del automóvil

Este año 2006 ha sido nefasto para la industria automovilística estadounidense, la más potente del mundo. Sus tres principales marcas, General Motors, Ford y Chrysler han cerrado el ejercicio con pérdidas desastrosas que obligan a sus directivos a hacer un replanteamiento general de cara a 2007. Mientras, las casas asiáticas, especialmente Toyota, continúan su imparable conquista del territorio estadounidense.
En medio de esta situación crítica, abrió las puertas, el pasado día 7, el Salón del Automóvil de Norteamérica, en Detroit, que durará hasta el próximo 21 de enero y sobre el cual planea una duda: ¿podrá la industria estadounidense frenar el imparable avance de las marcas asiáticas? Por ahora todo apunta que no. El fabricante japonés, Toyota, aspira a convertirse en el mayor fabricante mundial de automóviles, posiblemente este mismo año, ya que en 2006 sus ventas crecieron un 12% en EE.UU.
Pero las tres marcas históricas americanas no van a ponérselo fácil. Ford ha anunciado en Detroit que su plan de reestructuración está más avanzado de lo previsto y que a finales de 2008 habrá reducido en un 30% su plantilla de forma que se podrán concentrar en el desarrollo y lanzamiento de nuevos vehículos para hacer frente a los japoneses. Por ahora, en diciembre ya venció una batalla a Toyota, cuando consiguió vender más vehículos -aunque por pocas unidades- que su rival nipón.
El Grupo Chrysler, por su parte, que también está pasando por un momento de crisis, con crecientes pérdidas, confía en que su nueva generación de monovolúmenes le permitirá mantenerse por delante de sus rivales. Además, ahora que se ha convertido en la filial estadounidense del grupo alemán Daimler Chrysler, quiere apostar por nuevos mercados, más allá de EE.UU.
Mientras tanto, General Motors, el todavía primer fabricante mundial de automóviles, ha prometido luchar por mantener su liderazgo. Por ello, esta empresa fundada en 1908, que es todo un emblema en su país, está reaccionando con una agilidad inusitada, según los expertos, ante la crisis y los resultados operativos están siendo buenos.