Lakshmi Mittal, el ‘rey del acero’

El diario británico Financial Times ha designado al angloindio Lakshmi Mittal como el personaje más relevante del año 2006. En este ejercicio adquirió el grupo siderúrgico Arcelor por 26.900 millones de euros y se entronizó como el gran emperador mundial del acero. En las tres últimas décadas, el empresario se ha convertido en el quinto hombre más rico del mundo, según Forbes.

Lakshmi Mittal está vinculado al gobierno de Toni Blair, hasta el punto de que las donaciones al Partido Laborista levantaron sospechas y se le acusó de mezclar asuntos políticos con intereses empresariales. El asunto fue bautizado como el caso “Mittal-gate”.

Paradójicamente, uno de sus grandes competidores es el propietario de Severstal Alexey Mordashov, empresario leal al Kremlin, impulsor de la candidatura de Vladimir Putin. Ahora, los dos contendientes empresariales están obligados a entenderse.

La agencia rusa Novosti informa que Severstal se venga a su manera. Así, los representantes de la compañía rusa visitaron la ciudad kazaja de Temirtau para contratar al personal especializado de Mittal Steel. Más de 500 “súbditos” del magnate angloindio rellenaron formularios de empleo para el ruso. Y al menos, 50 técnicos especializados se trasladarán a Rusia. Por lo visto, Mordashov paga mejor que Laksmi Mittal. En Mittal Steel Temirtau el salario medio gira en torno a 470 dólares mensuales, mientras que la retribución media en Severstal se sitúa en 730 dólares. Además, el ruso promete viviendas sociales a los obreros que contrate en la ciudad de Cherepovets. Al mismo tiempo, los rusos informan que Laksmi Mittal podría estar negociando con su rival Alexey Mordashov. Ya que en el complejo proceso de integración entre Arcelor y Mittal, el grupo debe desprenderse de determinados activos en Norteamérica. Según dichas informaciones, los Mittal se sientan en la misma mesa que el propietario de Severstal para repartirse el pastel. El tanque, que es así como llaman al ruso, está interesado en comprar las plantas sobrantes de Mittal Steel en Estados Unidos.

La pugna entre ambos magnates comenzó el pasado mes de mayo cuando Arcelor anunciaba un acuerdo de fusión con Severstal. Tras la firma, Arcelor rechazó el plan de negocio de Mittal y lisonjeó a la rusa, recomendando a sus accionistas que aceptaran el acuerdo con Mordashov. Sin embargo, el descontento de accionistas de referencia y el contraataque de Mittal llevaron al ruso a tirar la toalla. Al final, a pesar de las mejoras y los halagos, el soviético se quedó compuesto y sin novia. Pues bien, aquel antiguo galán despechado vuelve al ataque. La animadversión se ha convertido en una cuestión de estado. Aunque Mittal celebra la victoria y el Financial Times le otorga la medalla de campeón, Mordashov prepara su dulce vendetta. Su gran objetivo es convertirse en el rival número uno de Mittal y ocupar el segundo puesto de las empresas siderúrgicas mundiales. Para ello cuenta con el apoyo del propio Parlamento ruso que considera la opa del magnate angloindio un freno a la entrada de Rusia en la Europa occidental. El ruso es consciente de que se encuentra ante la oportunidad de su vida. Y en la vendetta, el débil suele ser el más feroz.

Entretanto, Laksmi Mittal se ha proclamado máximo directivo del primer grupo siderúrgico mundial. Al asumir las principales funciones ejecutivas relegó a Roland Junck, procedente de Arcelor, al cargo de asesor presidencial. El angloindio, hasta ahora, presidente del consejo de administración, concentra de esta forma las funciones de presidente de la Dirección general y sitúa a su hijo, Aditya Mittal, en un nivel por encima del resto de los ejecutivos. El nuevo organigrama podría interpretarse como un Mittal junior director financiero que actúa de interlocutor entre el presidente y el resto de los directores.

Roland Junck, lideró el proceso de integración durante los últimos meses. Los otros directivos que componen el sanedrín siderúrgico son Malay Mukherjee y Davinder Chugh, por parte del grupo angloindio; junto con Roland Junck, Michel Whurth y Gonzalo Urquijo, en representación de Arcelor.