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23.1.07

Nueva York puede dejar de ser el centro financiero

La "Gran Manzana" podría perder en los próximos años su condición de capital mundial de las finanzas si no se modifican normas legales y se ponen en marcha medidas que la hagan más competitiva.
El informe de la firma McKinsey concluye que hay una "urgente necesidad" de actuar a nivel nacional, estatal y local para fortalecer la competitividad de los mercados financieros de los EE.UU. "y defender el papel de Nueva York como centro financiero global".
El senador por Nueva York, Charles Schumer, y el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, quienes encargaron el informe, han resaltado la importancia del sector financiero para el empleo y la actividad económica en la Gran Manzana y los perjuicios que causaría una perdida de competitividad frente a Europa y Asia. "Si Nueva York pasa de ser la capital financiera del mundo a convertirse en un mercado regional, como este informe señala que pasará en un plazo de diez años, cada aspecto de la vida de Nueva York sufrirá y no sólo los servicios financieros", señalaba Schumer al presentar el informe.
La pérdida de liderazgo tendría además un efecto negativo en la economía de los EE.UU. y se estima que, de continuar la actual tendencia, en un plazo de cuatro años se estarían perdiendo entre 15.000 y 30.000 millones de dólares anuales de ingresos generados por los servicios financieros.
Esta industria genera alrededor del 8% del Producto Interior Bruto (PIB) de EE.UU. y crea más del 5% de empleo a nivel nacional, según Schumer. En el caso de siete estados, incluido Nueva York, más del 10% de su PIB se deriva de los servicios financieros, agrega el senador.
El estudio señala que la pérdida de competitividad se debe en parte a la notable mejoría que registran otros mercados y a los avances tecnológicos, que han eliminado casi por completo las barreras para los flujos de capital. Pero también hay factores a nivel nacional, estatal y local que influyen en ese declive de competitividad, y se pone énfasis en abordarlos desde una perspectiva no partidista y de colaboración entre el sector privado y los estamentos oficiales.
El senador y el alcalde subrayan que reformar las normas actuales de inmigración, para facilitar el acceso y la contratación de profesionales cualificados, es un factor esencial para asegurar la competitividad. Señalan que, además de mejorar la educación y la formación de los estudiantes en los EE.UU. que luego se dediquen a las finanzas, "debemos abordar también las restricciones de inmigración, que dejan fuera a profesionales muy cualificados y preparados para trabajar pero que cada vez más hallan otros mercados más atractivos". "La libertad de movimientos de personas en la Unión Europea, por ejemplo, atrae más y más gente preparada a sus centros financieros y a Londres en particular", subrayan Schumer y Bloomberg.
En base a entrevistas con más de 50 líderes de la industria financiera y otras entidades, el informe resalta también que el marco regulador en los EE.UU. es un vasto conjunto de complicadas normas, a diferencia del que impera en el Reino Unido y otros países. También se pone en evidencia la prevalencia de demandas frívolas y acuerdos extrajudiciales en los EE.UU., que aumentan los costes a las empresas y desaniman a potenciales inversores. Entre otras recomendaciones se menciona la necesidad de aliviar las restricciones de inmigración a trabajadores cualificados; revisar las normas reguladoras del sector y formar una comisión que aborde reformas estructurales a largo plazo.