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16.3.07

Takafumi Horie es declarado culpable de manipular los resultados de la compañía Livedoor

Takafumi Horie, fundador del grupo de Internet japonés Livedoor, cuyo desplome en enero de 2006 hizo temblar la bolsa de Tokio, ha sido condenado a dos años y medio de prisión por fraude financiero y violación de las leyes bursátiles.
Horie estaba considerado como un empresario emblemático de la economía 'puntocom' japonesa y un modelo de una nueva clase de ejecutivos innovadores japoneses hasta que, en enero de 2006, fue detenido —aunque estaba en libertad condicional desde abril— por manipular los resultados financieros de su compañía.
Junto a otros cuatro directivos de la compañía Livedoor, fue acusado de manipular las cifras financieras de 2004 para elevar el valor de la empresa en bolsa, mostrando ganancias de 5.000 millones de yenes (unos 32 millones de euros) cuando en realidad tenía pérdidas.
Al salir a la luz el caso, que sacudió a la clase empresarial japonesa, la bolsa de Tokio sufrió caídas de hasta 400 puntos, las más serias desde los atentados del 11 de septiembre de 2001. El parqué tuvo incluso que cerrar antes de tiempo por un exceso de venta de títulos provocado por el pánico de los inversores.
Finalmente, tras un juicio que se ha prolongado seis meses en el tiempo y en el que Horie se ha declarado inocente, se ha dictaminado que cometió fraude financiero y engañó a los inversores. El empresario, que ha acudido con semblante tranquilo y sin corbata al tribunal, ha apelado la sentencia asegurando que es inocente y que los fiscales le han hecho una "encerrona", según su abogado.
La fiscalía le ha acusado de decepcionar a muchos inversores simulando que Livedoor estaba creciendo muy deprisa. En declaraciones a la cadena de televisión pública NHK, Noriyuki Yamazaki, que se hizo cargo de Livedoor tras desatarse el escándalo, ha dicho que es necesario asumir "seriamente" el veredicto judicial.