Adelgazar trabajando con una mesa de oficina con gimnasio
La llamada «estación vertical de trabajo» puede llegar a hacer perder a sus usuarios hasta 30 kilos al año, utilizándola de dos a tres horas al día. Quince personas obesas que voluntariamente se han sometido al experimento quemaron una media de 191 calorías por hora, frente a las 72 calorías que habitualmente quemaban cuando su trabajo era totalmente sedentario.
El artilugio, diseñado por investigadores de la Clínica Mayo de Nueva York (EE.UU.) y presentado en el último número de la «Revista Británica de Medicina Deportiva», se apoya sobre una plataforma con ruedas, de manera que puede moverse con facilidad dentro de una oficina. La estructura tiene forma de H. Un par de brazos metálicos sostienen el teclado del ordenador y la pantalla, cuyas alturas son ajustables en función de la talla de cada persona. Unos estantes laterales facultan la posibilidad para depositar objetos personales. El trabajador puede permanecer de pie, o bien caminar sobre la cinta a la velocidad deseada. Una barra permite agarrarse en caso de que la cinta vaya demasiado rápido o se dejen de usar las manos en el teclado. En los momentos de cansancio, sobre la cinta parada se puede poner una silla alta para trabajar sentado.
Según sus diseñadores, si el habitual trabajo sedentario frente al ordenador es sustituido por esta opción de trabajo y paseo, «el gasto de energía puede aumentar en 100 calorías por hora». Así ha ocurrido con los quince voluntarios obesos, catorce hombres y una mujer, que regularmente no hacían ejercicio. La estación en movimiento era utilizada por espacios alternativos de 35 minutos, caminando a una velocidad de 1,5 kilómetros por hora. «Así, si individuos obesos reemplazaran el tiempo de estar sentados frente al ordenador por caminar mientras trabajan entre dos o tres horas al día, y si otros componentes del balance energético fueran constantes, su pérdida de peso sería de 20 a 30 kilos al año», asegura la investigación.
Las personas participantes en el experimento aseguran estar satisfechas con las condiciones en que realizaron su tarea sobre la estación vertical de trabajo. No se ha producido ninguna lesión, ni situaciones de excesivo cansancio.
La estructura de brazos y cinta cuesta unos 1.500 euros. De momento no se ha comercializado, pero los investigadores de la Clínica Mayo confían en que la invención pueda tener éxito, especialmente en grandes compañías cuyos recursos humanos pueden destinar dinero a facilitar las condiciones de parte de sus trajadores. En cualquier caso, insisten en que, al margen de poder utilizar este nuevo método, las personas que tienen una ocupación sedentaria debieran estirar las piernas con frecuencia para romper la rutina física de estar siempre en su silla. Así, se aconseja levantarse de vez en cuando para comunicarse con algún compañero de la oficina, en lugar de enviarle un correo electrónico; ponerse de pie cuando se habla por teléfono; subir de vez en cuando por las escaleras en lugar de coger siempre el ascensor, y dar un paseo en el intervalo del mediodía sin meterse directamente en un lugar donde se vaya a comer.
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