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13.4.10

Empresarias maternales

La preocupación máxima en el trabajo de las mujeres empresarias son sus empleados y, por eso, se resisten a hacer despidos o a poner en funcionamiento Expedientes de Regulación de Empleo, de hecho, se descapitalizan antes para poder así sostener la estructura de su plantilla.
Las empresarias crean negocios más sólidos y fuertes, aunque el crecimiento suele ser menor que el de las compañías en las que el propietario es un hombre, ya que asumen menos riesgos y son más prudentes. Esto se plasma, entre otros, en proponer medidas de emergencia para conservar la mayor cantidad de puestos de trabajo tales como la reducción de horarios y de jornadas o la congelación de salarios y, en algunos casos, en la reducción de aquellos sueldos que son muy elevados. Asimismo, una de las preocupaciones mayores es la ruptura del diálogo social y apelan a que se restablezca en beneficio de todos.
Las mujeres emprendedoras, que en un 94 por ciento reconocen que también desempeñan tareas domésticas en sus hogares, creen que las claves de su éxito se deben al capital humano, a su perseverancia, su motivación y formación.
Una investigación realizada a través de 628 cuestionarios de un universo de 1.800.000 mujeres refleja también que el 69 por ciento de las empresarias aportan a la economía de sus hogares entre la mitad y la totalidad de sus ingresos. El estudio alerta también de las dificultades que ellas encuentran a la hora de obtener financiación externa en comparación con los hombres.