Villa Leopolda, la mansión más cara del mundo

Mikhail Prokhorov, magnate ruso al que se le atribuye un patrimonio de 13 500 millones de euros y que amasó su inmensa fortuna gracias al níquel, ha pagado 300 millones de euros por 'Villa Leopolda', la ahora mansión más cara del mundo, construida en 1902 por el Rey de Bélgica Leopoldo II en la Costa Azul y rodeada de un jardín de ocho hectáreas plagado de limoneros, naranjos y olivos. Dadas las dimensiones de la mansión, los hay que prefieren nombrarla con el término "palacio" y lo que Prokhorov habría pagado por la adquisición de la Villa supone la inversión del 2,2% de su renta.

En 1900, el por entonces rey belga compró el terreno sobre el que se asienta la hoy mansión que fuera convertida en hospital en 1915. En 1950, la propiedad pasó a manos privadas.

La compra de la villa situada en las colinas de Villefranche-sur-mer y Beaulieu- sur-Mer, a pocos kilómetros de la mediterránea Niza, supera a los 147 millones de euros que el indio Lakshmi Mittal, propietario de 'ArcelorMittal', pagó por Kensington Palace Gardens, un apartamento situado entre el Palacio de Buckingham de Londres (Reino Unido) y la residencia del Primer Ministro, en el número 10 de Dowing Street.

Prokhorov, quien representa la fortuna número 24 según la lista de personalidades más ricas del mundo publicada por 'Forbes' en el presente año, ha construido su renta en la industria de la explotación y la transformación de elementos químicos al frente de la empresa rusa 'Norlisk Kickel', el mayor productor de níquel y paladio del mundo. Él y otras personalidades multimillonarias, como Roman Abramovich, también oligarca ruso además presidente del club de fútbol inglés Chelsea, han sido protagonistas de los rumores que atribuían a unos y otros la compra de Villa Leopolda. Y es que "los rusos tienen dinero y se divierten con él", asegura un experto en el mercado inmobiliario consultado por el diario galo 'Le Monde'. "Uno de ellos ha pagado 30 millones por una villa cuyo precio era de 15". Y tan fresco.