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1.4.09

Ciudades fantasma, bancos a la fuga... el caos en Estados Unidos

Publicaba el diario 'NY Times' hace unos días la historia de una vecina de South Bend (Indiana), a quien el banco le embargó la casa en el verano del año 2007. Tras repetidos impagos en las cuotas de la hipoteca, la entidad ejecutó el préstamo embargándole la vivienda a la espera de que saliese a subasta y recuperara el importe concedido. Las autoridades fijaron una fecha para tal subasta. Ya en 2009, más de un año después de que la casa quedara desocupada y a merced de vagabundos, pordioseros y maleantes de todo tipo (vándalos, grupos callejeros...), notablemente deteriorada, el banco le informó que finalmente no se subastaría su vivienda y que podía volver a ocuparla. Esta maniobra -el fenómeno se repite en otras ciudades como Buffalo, Jacksonville o Kansas- es la que da nombre a los "bancos a la fuga". Las entidades financieras huyen de las ejecuciones hipotecarias que practicaron durante el estallido subprime. La razón, los impuestos estatales que ha de satisfacer la entidad por mantener la propiedad de la casa que son mayores que lo que esperan obtener por la venta de la vivienda. Ante esta situación, devuelven la casa al propietario embargado y ya te las apañarás porque aunque pueda parecer que al recuperar tu hogar la suerte te ha sonreído, lo cierto es que en éste -y otros muchos casos similares- las bandas han ocupado pisos, patios y porches dejando la vivienda en un estado totalmente deplorable. Encima, el dueño legítimo tiene ahora que hacer frente a una carga financiera y burocrática adicional que, a menudo, supone un importante quebradero de cabeza y un esfuerzo imposible, más para una casa tan destrozada que ya no merece ni llamarse hogar. Los expertos señalan que este fenómeno de los "bancos a la fuga" -auténtica epidemia actual- prolifera de manera especial en aquellos estados donde las hipotecas se ejecutaron a través de los tribunales y, por tanto, suelen ser más transparentes. Otros estados como Indiana o NY, también han ejecutado las hipotecas por mandato judicial. No obstante, la mitad de los estados de EE.UU. permiten las ejecuciones hipotecarias sin pasar por los tribunales, lo que dificulta calcular con exactitud el número de "bancos que se han dado a la fuga" en los últimos meses.
Estrechamente relacionado con este fenómeno es el otro que constituiría el nuevo capítulo subprime en los Estados Unidos, el de las ciudades fantasma. Es el caso, por ejemplo, de Flint (Michigan) donde todo el centro de la ciudad está repleto de edificios vacíos, llenos de pintadas y con las ventanas y puertas tapiadas. Los bloques de pisos están quemados o a merced de traficantes de droga y okupas antisistema. Ante este panorama, las autoridades de la ciudad han propuesto cerrar estas partes de la ciudad, clausurando asimismo los servicios de policía y bomberos, ya que no vive nadie y son un foco de vandalismo y delincuencia. Una medida extraordinaria e impensable hace menos de un año, según los propios administradores de Flint. Para otros analistas simplemente el alcalde de Flint no se atreve a decir con claridad que pretende arrasar manzanas enteras para eliminar la delincuencia y la podredumbre de esos barrios abandonados. La idea es reducir todavía más la ciudad para recortar el volumen de los servicios municipales y así reducir el gasto de la administración local. Un problema que sufren otras muchas ciudades pues similar propuesta se ha hecho también en Yongstown (Ohio), instando a los vecinos que quedaban en barrios fantasma a que se acercaran a zonas más pobladas y céntricas a fin de poder arrasar los barrios desocupados y poder dejar de prestar servicios de alumbrado, seguridad... La ciudad de Michigan ha perdido, en los últimos tres años, 147 millones de dólares en impuestos a la propiedad. La solución más común entre las propuestas por estas ciudades es la de relocalizar a los pocos vecinos que pueblan esas áreas abandonadas en otras zonas de la ciudad con más población, de manera que el Ayuntamiento pueda proceder a demoler dichos barrios.
Como vemos, la crisis continúa provocando auténticos estragos en Norteamérica donde ya vimos el pasado año cómo se vendían casas a cien dólares e incluso se regalaban, o como cientos de ciudadanos pasaban a agruparse en pequeñas ciudades de tiendas de campaña en algunas zonas de la otrora todopoderosa California comenzando a florecer lo que denominaron "tent cities", concentraciones de tiendas de campaña donde se amontonaban centenares de personas sin techo para simple supervivencia, única salida que les quedaba al embargo de su casa tras el estallido subprime.