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12.11.06

Millonario busca pasajeros fumadores para Smintair

"Recordamos a nuestros pasajeros que fumar está permitido en este vuelo". Con este singular mensaje espera presentarse a los viajeros Smintair, el sueño de un emprendedor alemán que planea crear una aerolínea en la que el humo es bienvenido.
Alexander Schoppmann, de 55 años, explica que con su iniciativa pretende satisfacer a personas como él, es decir, pasajeros adinerados hartos de pagar fortunas por servicios pretendidamente extraordinarios pero invariablemente mediocres. "Me indigna comprobar cómo los precios suben al mismo tiempo que se empobrece el servicio", afirma Schoppmann, quien fuma unos 20 cigarrillos al día.
Smintair promete ofrecer más humo que las demás, pero también más espacio, pues en los Boeing 747 donde otras aerolíneas transportan hasta 559 pasajeros, la de Schoppmann acomodará sólo a 138 personas. Además, la aerolínea proporcionará cigarros cubanos y caviar servidos a bordo por asistentes de vuelo vestidos con uniformes de grandes diseñadores. El entretenimiento se propone ser de lujo y, por supuesto, cada asiento estará dotado con un gran cenicero. Además, "también la tripulación podrá fumar", añade el empresario alemán, que antes era agente de Bolsa. En los aviones habrá también una gran tienda con productos libres de impuestos.
Schoppmann piensa ofrecer vuelos diarios de Düsseldorf a Tokio y Shanghai. A pesar de faltar mucho para su primer vuelo, que está previsto para octubre de 2007, la popularidad de Smintair es notable. "Hay una gran demanda. Ya hay personas que dicen querer volar con nosotros, aunque no tienen nada que hacer en China o Japón", asegura Schoppmann.
Según el promotor de la idea, un vuelo en Smintair no será más caro que en cualquier otra aerolínea. Así, viajar de Alemania a la capital japonesa costará unos 10.000 euros en primera clase y unos 6.500 en business. Por supuesto, la aerolínea amiga de los fumadores no ofrecerá billetes en clase turista.
Smintair todavía no tiene licencia de vuelo. De hecho, ni siquiera cuenta con aviones, aunque Schoppmann espera empezar con algunos Boeing 747 y comprar más adelante el nuevo Airbus A380. Después de consolidar las rutas a Asia, la aerolínea podría poner rumbo a Johanesburgo y Sao Paulo. Sin embargo, Smintair será sólo el primer escalón de un proyecto mucho más amplio, pues su fundador tiene previsto crear una cadena de hoteles, restaurantes y pubs. Schoppmann espera obtener beneficios en el primer ejercicio, y prevé incrementar las ventas en 500 millones de euros y obtener unos beneficios antes de impuestos de 120 millones en octubre de 2008.
Los expertos del sector aeronáutico son escépticos. "No creo que vuelos de estas características sean económicamente viables desde Düsseldorf", opina el presidente de la Asociación de Representantes de Aerolíneas de Alemania, Andreas Kretzschmar. Ernst-Günther Krause, vicepresidente de la Iniciativa Sin Humo de Alemania, cree que la idea de Schoppmann nunca funcionará porque la gente cada vez está más concienciada de los daños que causa el tabaco.
La propuesta de Schoppmann coincide con el debate abierto en Alemania sobre la prohibición del tabaco en determinados espacios. Alemania, con una de las normativas más permisivas de Europa, se ha resistido a ampliar las restricciones por el precedente marcado por Hitler, quien vetó fumar en los lugares públicos. Ahora los socialdemócratas, que forman parte del Gobierno de coalición, son los principales impulsores de la nueva ley anti-humo.
La ciudad-Estado de Berlín, sin embargo, podría ir más allá y prohibir el tabaco en todos los lugares públicos.
Casi uno de cada tres alemanes adultos fuma con regularidad y se calcula que unos 140.000 alemanes muere cada año por enfermedades relacionadas con el tabaco.
Schoppmann, quien relativiza los efectos secundarios del tabaco, no se muestra preocupado por las futuras prohibiciones. "Más bien al contrario. Nos beneficiaremos de ellas", afirma.