Google

15.12.08

Hablar mal de tu empresa en la Red, ¿merece la pena?

¿Puede una empresa usar la red para controlar a sus trabajadores? Y, sobre todo, ¿es legal que una compañía despida a sus empleados por lo que estos hacen o dicen en el ciberespacio? En un mundo ideal (de fantasía) la respuesta a estas dos preguntas sería un rotundo "no", pero en la vida real...
Los hechos ocurrieron hace unos nueve meses en el oeste de Francia, estando en sus domicilios y desde sus ordenadores personales, unos asalariados de Michelin comentaron en Internet que sus sueldos no se correspondían con el trabajo realizado. La empresa fabricante de neumáticos no tardó en reaccionar despidiendo a un trabajador y amonestando a otro por su falta de "lealtad" hacia la empresa, después de que éstos criticaran por la Red sus condiciones de trabajo.
El empleado despedido comparó las actividades que tenía que realizar con los "trabajos forzados de los presidiarios", mientras que su compañero comentó las dificultades para cumplir los ritmos de trabajo y la mala remuneración.
Ahora, el sindicato CGT llevará el caso a los tribunales reivindicando el derecho a la libertad de expresión de los dos trabajadores. "En el Código Laboral no se encuentra en ninguna parte el concepto de obligación de lealtad. Michelin se vale de la crisis para meter miedo a los trabajadores", denuncia el sindicato. Y es que ya se sabe, si no nos sobra el dinero, a veces es necesario apechugar con lo que tenemos hasta que nos salga una oportunidad mejor, expresar opiniones negativas o críticas acerca de empresas en las que trabajamos o incluso hemos trabajado con anterioridad -actitud nada recomendable en entrevistas de trabajo-, así como hablar mal de jefes o compañeros (antiguos o no) da una imagen negativa. Da un perfil de persona conflictiva, criticona y que provocará problemas si trabaja en equipo. Así que, incluso si te preguntan por trabajos pasados, sé discreto y no hables mal, ése es el mejor consejo.