El escándalo sexual de Strauss-Khan
Dominique Strauss-Khan, de 59 años, ex ministro de Economía francés y ahora director del FMI (Fondo Monetario Internacional) desde septiembre de 2007, está siendo investigado por la propia institución financiera por abusar de su posición al iniciar, según reconoció el propio director en el diario 'Wall Street Journal', una relación sexual con una subordinada que poco después abandonó el organismo. Strauss-Khan ha indicado que el incidente se circunscribió dentro del ámbito personal y que en ningún caso abusó de su posición. No obstante, el FMI ha contratado los servicios del bufete Morgan, Lewis & Bockius LLP para conducir la investigación, que se espera concluya para finales del presente mes de octubre, a petición del miembro más antiguo de la junta de administración del FMI, A. Shakour Shaalan, representante de Egipto y de otros países árabes.
"Se han presentado unas alegaciones en referencia al comportamiento impropio de naturaleza personal por parte del director gerente", explicaba Masud Ahmed, portavoz del FMI. "Todas las alegaciones, en particular las referentes a la dirección, deben ser investigadas".
Piroska Nagy, de origen húngaro, era la directora del departamento África del FMI. Los correos electrónicos intercambiados con el ex ministro francés fueron descubiertos por su marido, un economista argentino que también trabajó en el organismo. Los investigadores se preguntan si Strauss-Khan abusó de su puesto favoreciendo la salida de la empleada "por venganza" o si por el contrario ésta recibió una prima más elevada de lo habitual tras su partida.
El novelesco entramado se parece mucho al que obligó a dimitir en septiembre del año pasado al director del Banco Mundial. Paul Wolfowitz tuvo que abandonar su puesto porque su novia empleada de la institución había recibido suculentos aumentos de sueldo.
En un comunicado, Strauss-Khan resaltaba su voluntad de "cooperar con el FMI en esta cuestión" asegurando que el "incidente que ocurrió en mi vida privada" tuvo lugar en enero del 2008. "En ese momento no abusé de mi posición como director gerente del Fondo".
Conviene recordar que este hombre ya ha protagonizado otros escándalos más o menos semejantes en su larga carrera política en Francia. Así, en el año 1999, se vio forzado a dimitir, como más que influyente ministro de finanzas del gobierno socialista de Lionel Jospin, implicado en un tremendo escándalo de comisiones ilegales y financiación de una organización más o menos estudiantil y más o menos ligada al Partido Socialista.
Casado en segundo matrimonio con Anne Sinclair, una periodista famosa e influyente y rica heredera de Paul Rosenberg (un famosísimo marchante de arte neoyorquino), Strauss-Khan fue un estudiante brillante, un profesional reputado, un político con muchas amistades en el mundo de los negocios y las finanzas pero que antes de casarse con Anne ya tuvo problemas de faldas durante su primer fallido matrimonio, problemas que consiguió sortear con gran arte de las relaciones humanas. El gran escándalo de 1999 hubiera hundido políticamente a un profesional menos aguerrido, pero él consiguió convertirse en el rival más creíble contra Nicolás Sarkozy durante la pre campaña presidencial del 2006/2007. Sin embargo, los socialistas lo descartaron por considerarlo "demasiado liberal". Sarkozy, por el contrario, si apreció sus grandes cualidades profesionales, y le propuso ser el candidato de Francia para sustituir al español Rodrigo Rato al frente del Fondo Monetario Internacional. Strauss-Khan se instaló entonces en Washington (Estados Unidos) con su esposa, que incluso trasladó de París a la capital federal algunos de sus Monets más preciados de su colección personal. En París, nadie duda que Strauss-Khan está "poseído" por tres "demonios": la política, los negocios y las faldas.
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