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13.7.09

Saber, dominar y usar la lengua española, sinónimo de éxito, de ganancias y de puestos de trabajo

Compartir el idioma español multiplica por 290 las posibilidades de intercambio, en la actualidad bastante por encima incluso de la lengua inglesa. Así, el valor económico del español aumentó un 40% entre los años 2000 y 2007 generando 3,5 millones de empleos. En el PIB (Producto Interior Bruto) aumentó en un punto porcentual, del 14,6 al 15,6 por ciento, lo que ha supuesto un salto en términos monetarios desde los 92 mil millones de euros (es decir, 92 millardos) contabilizados para 2000 a 164 millardos en 2007.
En términos reales, los 92 millardos de 2000 equivalen a unos 116 millardos de 2007; así que los 164 que sale como valor económico del español para 2007 significan un aumento neto de casi 50 mil millones de euros, y, en términos porcentuales, un incremento real de más del 40% en esos siete primeros años de siglo. En términos de empleo se habría pasado en estos años de 2,6 millones de puestos de trabajo relacionados con el español (en 2000) a 3,5 millones (en 2007); esto es, unos 900 mil puestos de trabajo más.
No obstante, estas cifras, que son muy llamativas, muestran uno sólo de los varios ángulos de observación del valor económico del español. Entre los más novedosos se encuentran los que tienen que ver con el valor del español en los intercambios internacionales, en los movimientos migratorios o dentro de algunos sectores de actividad fundados en la lengua: las industrias culturales, la de enseñanza del español como lengua extranjera o la de las telecomunicaciones. Cuando se habla de potencia económica, es la renta, la capacidad de compra de los hablantes, lo que multiplica de verdad los intercambios, las transacciones mutuas, tanto más en una lengua, como el español, que goza de un muy reconocido carácter internacional.
Tomando 2006 como año de referencia, el mundo hispanohablante tendría una capacidad de compra global cercana a los 4,5 billones de dólares, lo que supone cerca del 9 por ciento del PIB mundial. Más, en todo caso, que el 7 por 100 que suponen los hablantes hispanos dentro de la población mundial.
Respecto al valor del español en el comercio internacional compartir cualquier idioma supone dentro del comercio mundial un factor de multiplicación del 190 por ciento para los intercambios de los países que lo comparten. En el caso del español, este factor de multiplicación se eleva hasta el 290 por ciento, por encima incluso del inglés, y es que compartir un idioma multiplica por más de tres veces los flujos mutuos de inversión.
Asimismo, se están calculando indicadores de la importancia del español como determinante del enorme flujo migratorio experimentado por ejemplo en España a lo largo de cerca de un decenio. Y es que el español es un factor que repercute de forma positiva en la decisión del emigrante al elegir su destino. En resumen, es un activo económico de primer orden a la hora de explicar la proyección exterior de España y de todo el amplio conjunto de países de habla hispana por eso todas las academias de la lengua trabajan conjuntamente insistiendo en la importancia de que el crecimiento del español no deteriore nuestra unidad de habla, lengua que une a toda la comunidad hispanohablante y nos configura como tal desde el respeto a la diversidad.
Pero es que si todo esto no fuera bastante, el español supone un mercado de oferta de trabajo inagotable. Así, a modo de pequeño ejemplo, está en marcha un proyecto académico en representación de dieciséis universidades brasileñas, ya que Brasil es un "mercado potencial" (ya real) para la enseñanza del español, uno de los mercados estratégicos más importantes en cuanto crecimiento de estudiantes de español se refiere junto a los Estados Unidos. Y es que las necesidades formativas de Brasil tras la aplicación de la ley que coloca el español como lengua extranjera obligatoria en las enseñanzas medias, representa una excelente oportunidad de empleo y proyección de nuestra lengua.