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30.9.10

¿Estás cualificado? ¡Europa te necesita!

Orfebres en Holanda, esquiladores de ovejas en Reino Unido, maestros de judo en EspañaLos países europeos están encontrando vacíos sorprendentes en sus respectivos mercados laborales que necesitan ser llenados, naciones compitiendo para atraer a trabajadores extranjeros con tan deseada formación.
Así, multitud de países del viejo continente listan escaseces de mano de obra en centenares de ocupaciones, relajando incluso los requerimientos de visas y las reglas de inmigración para ayudar de esta manera a su industria a importar candidatos para empleos que los trabajadores nacionales no pueden o se niegan a tomar. Aunque no siempre se habla de empleos con paga baja (que fuera lógico pensar en el rechazo de los mismos europeos), sino que muchas veces es la propia carencia de una planificación adecuada para futuras necesidades la que ha creado la actual carencia de profesionales calificados. Europa está sufriendo a causa de no haber entrenado a suficientes jóvenes en sectores especializados como medicina o áreas como la construcción de instalaciones nucleares, etc... Así, mientras Estados Unidos, por ejemplo, está alentando a los estudiantes desde hace una década a lidiar con importantes proyectos de plantas generadoras, la mayor parte de Europa está cerrando centros de ingeniería especializada y perdiendo pericia. Demasiado a menudo el carretón ha sido colocado delante del caballo. En Gran Bretaña, por nombrar un país entre muchos, el gobierno se ha concentrado primero en restringir la inmigración, y entonces en la necesidad de entrenar a trabajadores nacionales para realizar los trabajos previamente en manos de trabajadores extranjeros. Es más, el gobierno va a establecer una nueva cuota de inmigración el próximo año, prometiendo reducir dramáticamente los niveles de inmigración y eso, a pesar de que los líderes empresariales advierten que el límite va a dejar el país sin mano de obra suficiente en industrias vitales. Y es que Europa ha tendido a ser perennemente mala a la hora de planear su propio futuro, y aunque los miembros de la Unión Europea permiten a los ciudadanos de la mayoría de los otros países europeos viajar libremente dentro de sus fronteras, su escasez de talento específico significa que muchos tendrán que relajar sus reglas de inmigración en sectores específicos para poder atraer a trabajadores cualificados (es decir, con estudios, experiencia, y ganas de trabajar...) de fuera de Europa, o "morir".
Suecia necesita plomeros, chefs y operadores de grúas. La vecina Dinamarca busca quiroprácticos, parteras y profesores de música. En Holanda, aunque la cantidad de empleos no cubiertos ha declinado en los últimos años, todavía requiere de carpinteros, orfebres, farmacéuticos y camioneros. En España, la región de Asturias está relajando reglas de visado para contratar a instructores de judo y aeróbicos, en las Islas canarias se requieren expertos forestales y la región de Melilla, en la costa africana, busca cocineros de barco, ayudantes de cubierta y camareros.
En Reino Unido, comentábamos arriba que algunas empresas temen que las cuotas de inmigración planeadas les hagan casi imposible competir por trabajadores globales. Así, los granjeros británicos, por ejemplo, continuarán enfrentándose al mismo problema de cada verano cuando tratan de contratar a esquiladores experimentados: o acuden a Nueva Zelanda y Australia o si no... no llegan.
Y suma y sigue...