¿Cuándo se acabará la crisis?

Según un estudio que recoge la opinión de 7.400 empresarios y directivos de treinta y seis países del mundo, España es el segundo país más pesimista del planeta, sólo superado por Japón, en cuanto a las perspectivas económicas para este año que acaba de empezar.

Las empresas españolas son muy conscientes de que este año se enfrentarán a problemas como la falta de financiación y de liquidez, la debilidad de la demanda o la imposibilidad de subir los precios. Así, una cosa será frenar la caída del PIB o salir de la recesión, en su definición técnica, y otra muy distinta la recuperación de la economía y la generación de empleo.

Con respecto al optimismo empresarial, la encuesta señala que se recuperan signos positivos en Estados Unidos y en la Unión Europea, cuyo resultado se ha visto lastrado por Grecia, Irlanda y España, y que son los grandes países emergentes, como India, Brasil y China, los que tienen más esperanzas en cuanto a la recuperación mundial.

Para el 62 por ciento de las empresas del mundo y para el 53 por ciento de las españolas la recuperación de la economía mundial se producirá antes de terminar este año, aunque los países saldrán de la crisis a distintas velocidades. Así, América Latina y Asia actuarán como motor de la recuperación económica mundial por las medidas adoptadas por sus respectivos gobiernos y por haber estado menos expuestos a la crisis. No obstante, Estados Unidos y las grandes economías europeas tendrán una recuperación modesta y sometida a incertidumbres, según la encuesta, que predice una velocidad más lenta en el caso de España e Irlanda porque aún están bajos los efectos del fin de la burbuja inmobiliaria. En ambos casos, las perspectivas negativas de evolución del PIB en 2010 y los aumentos de la presión fiscal para hacer frente al déficit no favorecerán la reactivación del consumo.

En cuanto a las estrategias de las empresas, las españolas coinciden con las del resto del mundo en líneas generales, pero difieren en que otros países han aplicado más medidas ante la recuperación, como la inversión en equipos productivos y en publicidad y mercadotecnia.

También hay diferencias en cuanto al tamaño, ya que la mitad de las empresas con menos de 250 empleados han optado principalmente por la búsqueda de nuevos mercados frente al 33 por ciento de las empresas de mayor tamaño, que apostaron más por el ahorro de costes.

La encuesta concluye que, si bien las perspectivas para el negocio de las empresas son negativas, para 2010 son menos pesimistas que en 2009.