Me ha dicho un pajarito que...

Los rumores que con cierta frecuencia circulan por las empresas pueden hacer perder entre dos y tres horas de jornada laboral a los empleados. Tanto es así que en situaciones complicadas como expedientes de regulación de empleo o suspensiones de pagos la productividad de la compañía puede verse mermada a menos de la mitad.

Los corrillos y los dimes y diretes hacen pues mucho daño, aunque no todos los rumores son perjudiciales, la comunicación informal dentro de la empresa es importante para crear equipo pero siempre que se dé en su justa medida.

Aunque suene a tópico, los departamentos compuestos en su mayoría por mujeres son los más propensos a caer en el rumor, es por eso que siempre se recomienda a los directivos de las empresas formar equipos mixtos (de hombres y mujeres) porque los extremos, tanto en un sentido como en otro, no son recomendables. Por ejemplo, la mujer es especialista en promover la cohesión en el equipo, pero a la hora de despertar rumores se muestra más activa que el varón.

Por otro parte, es labor del responsable de departamento darse cuenta del peso que tienen sus decisiones sobre el desarrollo y buen funcionamiento de su equipo. Un buen gestor debe tomar sus decisiones sabiendo de antemano que, tarde o temprano, van a ser divulgadas dentro de la empresa por muy confidenciales que parezcan. Por este motivo no es nada recomendable llegar a acuerdos exclusivos con empleados si no se quiere que trasciendan.

En resumen, la información en la empresa debe ser transparente y circular libremente ya que promueve la integración de los empleados y crea un clima de confianza. Además, ayuda a reducir los rumores y con ello la pérdida de productividad que apuntaba antes.