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25.6.10

Grecia en venta por parcelas

Informa hoy viernes el diario británico 'The Guardian' que Grecia se dispone a vender o a ofrecer en régimen de alquiler a largo plazo algunas de sus seis mil islas para así poder pagar su enorme deuda. Según el periódico, un área de la isla de Mykonos, uno de los principales destinos turísticos del país, está en venta. El área pertenece en un tercio al Estado, que busca un comprador para inyectar nuevo capital y desarrollar un complejo turístico, y se cita a una fuente conocedora de las negociaciones.
Por otro lado, inversores en su mayoría rusos y chinos están interesados en propiedades de la isla de Rodas, pensando en futuros destinos en el Mediterráneo para las poblaciones cada vez más opulentas de esos países. Entre los supuestos interesados está el magnate Roman Abramovich, el multimillonario propietario del club de fútbol inglés Chelsea aunque un portavoz ha negado que fuera a invertir ya.
Según el portal de internet 'Private Islands' ("Islas Privadas") la isla de Nafsika (Nausicaa), en el Jónico, está en venta por quince millones de euros. Otras, sin embargo, se venden por menos de dos millones, es decir, menos de lo que cuesta una casa en los elegantes barrios londinenses de Chelsea o Mayfair, por ejemplo.
"Es algo que me entristece, vender islas o zonas que pertenecen al pueblo griego debería ser el último recurso", explica Makis Perdikaris, director de Greek Island Properties. Pero agrega el empresario: "lo primero es desarrollar la economía y atraer inversiones extranjeras e internas para crear la infraestructura necesaria. Lo importante es obtener financiación".
La City de Londres, que rehuye invertir en Grecia debido al riesgo derivado de la crisis, se felicita de la decisión de vender algunas de las islas griegas. "Es una vergüenza que se haya llegado a ese extremo, pero al menos demuestra que Grecia está decidida a tomar todas las medidas necesarias para intentar cumplir sus obligaciones", explica al periódico Gary Jenkins, analista de la empresa Evolution Securies.
Y es que, ¿cuándo declarará Atenas la quiebra oficial? Ésta es la única pregunta que sobrevuela entre los analistas de los principales bancos internacionales. Nadie duda de que Grecia terminará declarando oficialmente su bancarrota, lo que obligará al país a emprender la reestructuración de su deuda pública aplicando una quita (descuento), retrasando sus vencimientos e, incluso, sustituyendo sus antiguos bonos por otro nuevos al estilo de California.
El rescate griego llevado a cabo por parte de Bruselas y el FMI (Fondo Monetario Internacional), dotado con 110.000 millones de euros a tres años, tan sólo ha pospuesto lo inevitable. Con todo, la deuda pública griega ascenderá al 150 por ciento de su PIB (Producto Interior Bruto) en 2011. Con dicho nivel de deuda, el mercado internacional mantendrá cerrado el grifo del crédito, con lo que la única alternativa viable es el default (suspensión de pagos) ya que, en caso contrario, Grecia seguirá precisando de la asistencia internacional por tiempo indefinido más allá de 2012 (algo improbable, según los analistas).
Los hay que se han atrevido incluso a fijar un límite temporal para la declaración oficial de la quiebra griega: tras la celebración del Mundial de fútbol.
El ex presidente del Bundesbank alemán (entre 1980 y 1991) Karl Otto Pohl coincide en que será imposible que Atenas devuelva los más de 300.000 millones de euros en deuda pública que acumula en la actualidad (más del 110 por ciento del PIB). “La Unión Europea debería haber declarado hace medio año -o incluso antes- que la deuda griega necesita una reestructuración”.
Otros expertos van más allá cuando pronostican, no sólo la quiebra de Grecia, sino su salida del euro. Éste es el caso de la consultora británica CEBR (Centre for Economics and Business Research) que, en un reciente informe, señala que tan solo es cuestión de tiempo que Grecia abandone la zona euro. El Gobierno de Atenas no podrá evitar la temida espiral de deuda pública sin devaluar su moneda con el fin de impulsar las exportaciones del país. La única vía que le queda es, pues, regresar a su moneda nacional (el dracma). Una opción probable, según estos analistas, pese a que los políticos griegos han restado importancia a la posibilidad de abandonar el euro, lo cual podría conducir a la desintegración de la moneda única. Y es que, tras Grecia, pueden ir detrás otros países miembros, en referencia a España, Portugal o Italia, advierte la entidad. Esta vía causaría pérdidas por valor de decenas de miles de millones de euros a la banca francesa y alemana de ahí, precisamente, que el Gobierno de Bruselas esté intentando por todos los medios poner en marcha un mega plan de rescate para países en dificultades, dotado con 750.000 millones de euros. Así, el actual panorama avanza dos posibles escenarios: o la unión política y fiscal o la desintegración de la zona euro.